PRIMERA PARTE
LA PIEDAD DE LA BASÍLICA DE SAN PEDRO
A los 27 años, llego a Roma, como becaria de la
República de Italia, acompañada por mi madre, vi por primera vez “La
Piedad de La Basílica de San Pedro”.
Sabía que estaba viendo la belleza suprema, pero en
mi condición de joven artista, ávida de conocimiento y de encontrar mi propio
camino en el arte, la belleza de “La
Piedad de San Pedro”, era tan grande como mi pequeñez. La sentía inalcanzable.
Durante mis casi cuatro años viviendo en Roma,
visitando La Basílica de San Pedro, me acostumbré, como todos los
romanos, a la belleza de “La Piedad
de San Pedro”, a los edificios históricos, al testimonio de las ruinas y a las infinitas obras de
arte.
En Italia me hice autodidacta y leía libros de
arte, que inicialmente no comprendía y hoy, mi libro “Miguel Ángel. Escultorde su Salvación”, se propone hacer comprensible y próximo, a neófitos y
entendidos, lo que a mí, me llevó más de veinte años, de investigación.
En 1998, cuando regresé por mi cuenta a Italia, a
comprar libros que fundamentarían la investigación del mío. Vi,
del ver del que “sabe”, del “homo comprehensor”, del hombre que
comprende (en sentido genérico), la filosofía neoplatónica expresada en el
método del lenguaje del movimiento helicoidal, con sus partes a
espiral y la belleza se evidenció en toda su integral magnificencia y
significado. Viví el gozo estético, viendo “La Piedad
de San Pedro”.
En mi libro trato profusa, detalladamente, el
lenguaje que expresa el pensamiento del filósofo neoplatónico, Miguel Ángel,
que con el devenir de los años, se convertirá en un verdadero teólogo.
Cito las fuentes textualmente, en su idioma
original, el italiano, luego las traduzco, las analizo, cuando es requerido por
el razonamiento de la investigación de la obra, y constituyen el fundamento
histórico - filosófico de la tesis, a la que arribo, en el estudio de cada obra
de Miguel Ángel.
De modo, que el lector de mi libro podrá, luego de
leerlo, ver, del saber filosófico y artístico, y podrá construir su
propio lenguaje, su propia cosmovisión, verdadero parámetro del gran
artista, y con las nuevas tecnologías expresar la belleza.
DESCRIPCIÓN DE “LA PIEDAD DE SAN PEDRO”
La Virgen es más joven que su Hijo, está
sentada en un banco oval, sostiene en su regazo a Cristo, apenas
cubierto con un tapa rabos.
El vestido de la Virgen tiene un escote con
volados. Mangas largas con pliegues que se deslizan verticalmente hacia abajo, cambiando
en sentido horizontal, a la altura del codo, hasta la muñeca.
Una tira atraviesa el pecho de la Virgen, donde
Miguel Ángel, firma su obra, con sentido de lectura ascendente:
MICHAEL.AGELUS.BONAROTUS.FLORENT. FACIEBAT.
Una toga cubre la cabeza de la Virgen y un velo
asoma sobre su frente, bucles de la toga que hacen vértice en la cabeza, rodean
el rostro joven, sereno, reflexivo de la Virgen, que dirige la mirada hacia su
Hijo, el centro del cosmos.
El vestido llega hasta los pies, cubriendo el derecho, que apoya sobre una roca, a la izquierda de la
escultura, desde el punto de vista del
observador de la obra. (Cuando se hace
referencia a izquierda o derecha de la escultura, es desde el punto de vista
frontal, del observador de la obra).
El pie izquierdo asoma apenas, en su zapato, debajo
un amplio movimiento ondulatorio del Santo Sudario, apoyado
en el regazo de la Virgen, sobre el que recuesta el cuerpo de Cristo, que pareciera
dormir un dulce sueño de niño.
La pierna izquierda apoya en otra roca, a la
derecha de la escultura, partiendo desde la base del banco, la roca desciende
en declive liso, hasta el nivel frontal de la base oval de la escultura.
Para luego, desde el costado derecho, en un acabado dentado rústico, vuelve a tomar un movimiento ascensional,
hacia el fondo arriba, donde se encuentra un tronco de leño con tres ramas
truncas, sobre el que apoya, levemente el talón del pie izquierdo de Cristo.
Una túnica, desde la espalda de la Virgen,
desciende por su hombro derecho, en forma de arco, a la izquierda de la
escultura, es decir con forma convexa, se desliza sobre la roca, hacia
la parte delantera de la escultura, en pliegues.
CONJUNTO ESCULTURAL
El conjunto escultural emana de un volumen
geométrico cúbico, es decir, del bloque de mármol. Desde un punto de vista
plano, es decir frontal, se presenta en
forma geométrica, de un triángulo.
La escultura está inserta dentro del volumen
geométrico de una pirámide.
La forma y volumen que le otorga fisonomía de
identidad simbólica, es el óvalo. (Lo que está desarrollado profusa y
detalladamente, en mi libro “MiguelÁngel. Escultor de su Salvación”).
El pedestal sobre el que asienta el conjunto
escultural es oval, la base de la escultura, propiamente dicha
es, también oval.
Las rocas de la base, la de la izquierda y la
derecha, son circulares, con movimientos ascensionales en espiral,
constituyendo partes, del movimiento helicoidal ascendente, que las contiene.
El Santo Sudario que apoya sobre el regazo
de la Virgen, tiene abundantes pliegues, que bajan de la pierna derecha, en
posición más alta que la izquierda, hacia el piso de la base de la escultura,
para subir hasta la rodilla izquierda y a media pierna, hacen un pliegue vertical,
para volver a pasar sobre la rodilla izquierda, pasa por debajo del
cuerpo de Cristo, sigue por sobre la rodilla derecha y concluye en un nudo, que
se resuelve en varios cabos, que caen al costado de la pierna derecha de la
Virgen.
El Santo Sudario, en sus pliegues, y en los
movimientos descriptos, efectúa un movimiento helicoidal, que
implícitamente, se inscribe dentro de un óvalo. (El paño del Santo
Sudario es una denominación mía, que no se menciona en otros autores, hasta
donde sé).
La base oval de la escultura, con sus
rocas y el pedestal, sobre el que asienta el conjunto escultural realizan un movimiento
helicoidal.
La roca de la izquierda es más alta, que la de la
derecha, creando un movimiento, que se resuelve ascensional, en la espiral
ascendente de la roca de la derecha.
El pedestal oval y de movimiento
helicoidal, del lado izquierdo es más bajo, que la base que es más
alta, y en su lado derecho es más alto en relación a la base de la
escultura que es más baja, para ascender hacia la parte posterior, hasta el
tronco de leño adherido a la roca de sentido ascendente y debajo del gesto del dedo
índice de la mano izquierda de la Virgen.
El pedestal, la base con sus rocas,
el Santo Sudario, generan movimientos por sí y sucesivamente hacia
arriba, de carácter helicoidal con sus partes a espiral, inscriptos
en continuos óvalos ascendentes.
Córdoba, Argentina, 8 de setiembre de 2017.
Cristina Castricone
Si les gustó este artículo, les recuerdo que es el fruto de veinte años de investigación, volcados en mi libro "MIGUEL ÁNGEL. ESCULTOR DE SU SALVACIÓN", que está esperando un editor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario