LA PIEDAD PARA VITTORIA COLONNA
ALUMBRAR LA BELLEZA
Después de casi cuarenta años de crear “La
Piedad de San Pedro”, Miguel Ángel dibuja la escultura, “La Piedad para
Vittoria Colonna”, su amiga del intelecto, del espíritu y de la fe.
La Virgen está sentada a los pies de la cruz, de la
cual solo se ve el madero vertical, con las piernas abiertas.
Entre las piernas abiertas de la Virgen está
sentado su Hijo, Jesucristo, con la cabeza hacia abajo, los brazos abiertos a
los costados, dos ángeles de pie, uno de cada lado sostienen cada uno de los
brazos de Cristo, que penden junto con las manos, hacia abajo.
La Virgen vuelve su rostro hacia arriba, sus ojos
miran el cielo. Tiene los brazos y las manos abiertos hacia arriba, hacia Dios.
En el madero vertical de la cruz, del cual
sólo se ve la parte más baja, está inscripta esta frase:
“No se piensa cuánta sangre cuesta”.
Frase escrita sobre el madero en sentido vertical y
ascensional.
“La Piedad para Vittoria Colonna” está
influenciada por la “La Divina Comedia”, por “El Paraíso” y para
mayor precisión por el Canto XXIX.
Lo que refiere que el hablar sobre “La Divina
Comedia” entre estos dos seres singulares, Miguel Ángel y Vittoria Colonna,
era frecuente.
La Virgen sentada con las piernas abiertas, tiene a
su Hijo sentado entre ellas.
La Virgen tiene los brazos y manos abiertos hacia
el cielo. Habla con el Padre del Cielo. Adorna el escote de su vestido, un
serafín. Pero más que un adorno es un símbolo. En “La Jerarquía
Celeste”, refiere estar en el círculo celeste más cercano a Dios. En los
ojos y rostro de la Virgen hay una expresión de devoto amor. (Las citas,
fuentes filosóficas en idioma original y traducciones, que sustentan los
conceptos, se desarrollan exhaustivamente, en mi libro: “MiguelÁngel, Escultor de su Salvación”).
La Virgen mira hacia arriba y sus brazos y manos
están abiertos hacia el cielo.
Cristo mira y tiene su cabeza y rostro hacia abajo.
Las manos laxas señalan hacia la tierra. Especialmente el dedo índice de la
mano izquierda.
Las posturas físicas de la Virgen y de Cristo son
opuestas entre sí. Pero componen una unidad en el plano de la
significación que hacen de esa conjunción: una síntesis significante.
Conforman con sus posturas la cruz. Y constituyen la unión del
Cielo con la Tierra.
El Cuerpo de la Virgen, el cuerpo de Cristo, su
Hijo, y el madero, con la leyenda escrita en sentido vertical ascensional,
constituyen el eje vertical de la composición plástica de Miguel Ángel.
Los brazos y manos abiertas hacia arriba de la
Virgen, los brazos y manos hacia abajo de Cristo, y los ángeles que con
cuidadosa, tierna atención, sostienen cada uno de los codos de Cristo,
constituyen el eje horizontal de la composición: la cruz.
En la obra hay un movimiento helicoidal, a
espiral ascensional. Está dado por los brazos de la Virgen y los de su
Hijo. Abre el movimiento el amor celestial de la Virgen hacia Dios, desde el
eje del madero, el texto ascensional sobre él escrito y el movimiento generado
por los motores celestiales de los dos ángeles, que mueven
a Cristo, en sentido helicoidal a espiral hacia el cielo, para la salvación de
la Tierra, del mundo y el perdón de sus pecados.
Asistimos a la Ascensión, a la Resurrección del
Salvador.
La Virgen esta pariendo a su Hijo. Está alumbrando
a Cristo a la Ascensión Celestial
El movimiento helicoidal de los brazos de la Virgen
lleva un primer tiempo, de izquierda a derecha (desde el punto de vista
del observador frontal), seguido en un segundo tiempo, lo que ya denota
un vuelo ascensional, por los brazos del Hijo, con los motores celestes del
movimiento giratorio, de izquierda a derecha de los ángeles.
El ángel de la derecha de Cristo, con delicada atención,
lo toma con la mano izquierda por debajo de la axila, por el codo y el
antebrazo para realizar el movimiento giratorio de izquierda a derecha.
El ángel a la izquierda de Cristo, con cuidadosa
ternura, que denota familiaridad de trato, lo toma con el brazo y mano
izquierda por el codo y antebrazo de Cristo, apoyando con suavidad su mano
derecha, continúa el movimiento giratorio a un nivel más profundo.
“La Piedad para Vittoria Colonna” es un alumbramiento
del Hijo al cielo, en un movimiento helicoidal a espiral ascensional.
“La Piedad para Vittoria Colonna” es un
alumbramiento a la vida celeste, es la unión entre el Cielo y La Tierra, es
la Reconciliación de Dios con el hombre, con la humanidad. Es la Redención
salvífica de la expiación de los pecados del hombre por la sangre salvífica
de Cristo. En esta unión del Cielo y la Tierra, simbolizados en la Virgen y el
Hijo, hay una síntesis temporal. Todo es Presente ante Dios.
Donde coexisten cada lugar y cada tiempo. (Detalles, precisiones y fuentes
filosóficas que sostienen la simbología de la obra, se desarrollan en mi libro
“Miguel Ángel Escultor de su Salvación”).
Se genera adecuada, formular la siguiente pregunta:
¿Por qué Miguel Ángel dibuja la escultura “La
Piedad para Vittoria Colonna”?
La respuesta se encuentra en el significante verso:
“en el parto me fue dada la belleza,”
Del madrigal, escrito para Vittoria Colonna, de
1541-1544.
La Virgen (Vittoria Colonna), alumbra la
ascensión de su Hijo, el Salvador, Cristo.
Miguel Ángel se identifica con Cristo y por ende a
la Virgen, con su madre.
Vittoria Colonna, influencia decisiva en la
conversión de Miguel Ángel. Es la Virgen, es la madre, es Beatriz…, es por eso
que en el madero de la cruz está escrito:
“No se piensa cuánta sangre cuesta.”…,
cumplir el “Itinerarium in Deum”, que conduce a la paulatina
transformación de la belleza de la forma, del concepto, a la belleza
de la salvación de Cristo, verdadera Belleza: la de la vida
perenne.
LA ESCULTURA DIBUJADA
“La Piedad para Vittoria Colonna” es una
escultura dibujada. Conlleva un propósito didáctico, y una confirmación que el
arte de Miguel Ángel, es la escultura y
muy especialmente para crear “La Piedad”.
Es un conjunto escultórico dibujado, por lo que
tiene volumen, profundidad, y es tridimensional.
El “conjunto escultórico dibujado” está
inserto en un bloque de mármol, del que aún se puede ver: al costado izquierdo
de la obra, parte del borde del bloque en su lateral izquierdo vertical desde
abajo hacia arriba, en sus distintos cavados y niveles, del espacio plástico
compositivo dibujado por Miguel Ángel.
Siguiendo el concepto del método de esculpir de
Miguel Ángel, de afuera hacia adentro, haciendo emerger la escultura de frente
y de los laterales, trabajando plano por plano en profundidad. Se reconoce aún
detrás del madero vertical, de la Virgen, de los ángeles y de Cristo, la pared
posterior del bloque de mármol, es decir, la cara posterior del bloque de
mármol, aún intacta.
El lateral izquierdo abajo (desde el punto de vista
del espectador de la obra) y en un nivel más arriba, del que se encuentran la
rodilla y pantorrilla derecha de Cristo. Se encuentra el ángel a la derecha de
Cristo. Y se ve que el pie derecho, está aún sumergido dentro del mármol, en
cambio el pie y pierna izquierda están perfectamente terminadas y acabadas.
Desde el punto de vista escultórico, la obra se
inscribe dentro de la estética del no terminado.
“La Piedad para Vittoria Colonna”, es un
dibujo al carboncillo, fue realizado por su estilo, cercano a “La
Crucifixión”. Entre 1538 – 1541, aproximadamente.
En las cartas existentes no se hace mención a esta
obra. Mide 29,5 cm. de altura x 19,5 cm. de ancho.
Se encuentra en el Isabella Stewart Gardner Museum.
LA VIDA DE LA SALVACIÓN
Para una mayor precisión
en la comprensión de esta obra, se impone resumir un comentario sobre el Canto
XXIX de “El Paraíso” de “La Divina Comedia”:
Dios, el eterno amor. Bien Supremo e Infinito. En
el cuál coexiste y termina cada lugar y cada tiempo, en los cuales TODO ES
PRESENTE.
El eterno amor (Dios), se abrió en nuevos amores: los
ángeles, motores celestes. Inteligencias que giran alrededor de la
luz (Dios).
Beatriz, le habla al poeta, a Dante Alighieri y le
dice:
“La gracia es un mérito proporcionado al deseo
de recibirla.”
Beatriz, le sigue diciendo al poeta:
“Que las sagradas escrituras, por los filósofos,
son distorsionadas por otros significados.”
“No se piensa cuánta sangre cuesta.”
“No piensan los filósofos de la tierra cuánta
sangre cuesta, difundir las enseñanzas de las escrituras en el mundo, es decir
la sangre de los apóstoles, de los mártires cristianos.”
“No se piensa cuánto gusta a Dios los que se
mantienen cerca de las Sagradas Escrituras con humildad.”
“Cristo a la primera comunidad, la de los
apóstoles, le dio un seguro fundamento de verdad, El Evangelio:”
“Vayan por todo el mundo a predicar el Evangelio
a cada criatura” (Marcos XV, 15).
Miguel Ángel era un lector habitual de “La
Divina Comedia” y de la “Biblia”, Por lo cual es propicio buscar en Las
Sagradas Escrituras, el significado, de la expresión:
“No se piensa cuánta sangre cuesta.”
LEVÍTICO, IV. La Ley de Santidad. Inmolaciones y
sacrificios:
En 17 – 11, explícitamente se hace
referencia a que:
“…, pues la expiación por la vida se hace con la
sangre.”
Encontrar luz propia de la cita que hace Miguel
Ángel de la frase:
“No se piensa cuánta sangre cuesta.”
En su obra
“La Piedad para Vittoria Colonna”, habría que buscarla en sus propias
poesías. Aún que se trata de sonetos, escritos en distintas épocas y en algunos
casos, son posteriores a “La
Piedad para Vittoria Colonna” e incluso, posteriores al período en que Vittoria Colonna estaba con
vida.
Pero son citables y de referencia inexcusable
porque la mente es única y puede pensar un tema, con alguna evolución o
modificación, pero sí puede revelar pensamientos recurrentes y de valor
significante, que hacen al íntimo sentir, ser y pensar de Miguel Ángel, que
pueden iluminar de significado trascendente, la frase: “No se piensa cuánta
sangre cuesta.”
En los versos de un poema escribe:
“Tu sangre solo mis
culpas lava y limpia,
y más necesito, cuanto
yo soy más viejo,
de pronta ayuda y de
perdón completo.” [Del 1555]
En otro soneto, dice los
versos:
“...donde las
cerradas puertas
del cielo, de la
tierra al hombre con la sangre abriste.” [Tardío]
En el pensamiento cristiano neoplatónico de Miguel
Ángel, la sangre de Cristo, hace al hombre beato, lava sus pecados y le abre
las puertas del cielo a su salvación.
El eje vertical de la composición plástica de “La
Piedad para Vittoria Colonna”, lo constituyen el madero, la expresión: “No
se piensa cuánta sangre cuesta…”, escrita en sentido vertical
ascensional hacia el cielo, el cuerpo, la mirada de la Virgen y el cuerpo de
Cristo.
El cielo y la tierra están unidos por la Virgen y
por Cristo y por las figuras angélicas que giran alrededor de este
nacimiento helicoidal celeste. De este “nacimiento por la sangre
salvadora”. De este nacimiento a la vida eterna.
La Virgen da a luz la Resurrección de Cristo y con
los ángeles ascienden a la Patria del Padre.
“La Piedad para Vittoria Colonna” es el
alumbramiento de la Verdad a la Vida Eterna.
Es el alumbramiento de la belleza de la
Salvación.
En “La Piedad de San
Pedro” y en “La Piedad para Vittoria Colonna” no hay muerte, hay
vida.
Córdoba, Argentina, 16 de noviembre de 2017.
Cristina Castricone
Si les gustó este artículo, les recuerdo que es el fruto de veinte años de investigación, volcados en mi libro "MIGUEL ÁNGEL. ESCULTOR DE SU SALVACIÓN", que está esperando un editor.
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