VEINTE AÑOS DE INVESTIGACIÓN DE LA OBRA DE MIGUEL ÁNGEL

MIGUEL ÁNGEL, HOMBRE, PENSADOR Y ARTISTA - II

COSAS QUE NO SE SABEN SOBRE MIGUEL ÁNGEL.

SEGUNDA PARTE


 EL HIJO Y LA MADRE, EN "LA PIEDAD RONDANINI", ASCIENDEN A LA PATRIA CELESTE.


A sólo seis años, Miguel Ángel, queda huérfano de madre. Muere Francesca. Esta orfandad lo marcaría para toda su vida, centralizando el eje temático de su obra en la Madre y el Hijo. En el Hijo y La Madre, en “Las Piedades” y “La Virgen y el Niño Jesús”, que culminaría en la cosmovisión cristológica ascensional salvífica de “La Cúpula de San Pedro”.

Influencia decisiva en su conversión, fue Vittoria Colonna, a quien conoce entre 1536-1538, en Roma.
Fue el segundo período más feliz de la vida de Miguel Ángel.
En este período, hasta 1547, conoce, frecuenta, a quien sería su amiga, inspiradora, y su familia de la aristocracia del espíritu.
Vittoria Colonna, era una intelectual, poeta y pía mujer, conocida por los más relevantes intelectos y espíritus piadosos de la Italia de entonces. Amiga de poetas y de altos prelados, entre los más puros, de la Iglesia Católica.
Famosas eran sus tertulias, a las que acudían las más destacadas personalidades de la época,  donde se efectuaban demostraciones ejemplares del desenvolvimiento del razonamiento filosófico, al abordar temas varios, especialmente de arte y de fe.
Miguel Ángel le dedica poemas y dibujos, entre ellos “La Piedad para Vittoria Colonna”, de evidente influencia de “El Paraíso”, de Dante Alighieri.

La inquisición romana, hipersensibilizada por la Reforma Luterana y su ingerencia en Italia, veía a la poeta e intelectual una influyente personalidad sobre los cardenales más puros y destacados de la época. Cae sobre ella la sospecha de simpatizar con pensamientos religiosos cercanos a la Reforma, es invitada al retiro a un convento de Viterbo y es despojada, por la familia del papa Paulo III, los Farneses, de todos sus bienes.
Vittoria Colonna, era la divina mujer que entendía de las cosas del cielo, para Miguel Ángel.
Vittoria Colonna era la Beatriz, la Virgen, su madre, para Miguel Ángel.
Vittoria Colona enferma y muere el 25 de febrero de 1547.
Dejando a Miguel Ángel desposeído de la certeza de fe e inicia un largo período  de casi ocho años, donde lucha por su conversión, el perdón de sus pecados y la salvación de su alma, esculpiendo  para su tumba, “La Piedad Duomo” y escribiendo en sus poemas las vicisitudes de su alma en lucha por la salvación.
Comienza a educar a su sobrino, Leonardo, acerca de los orígenes aristocráticos de la familia Buonarroti Simoni, en las cosas prácticas de la vida como la compra de casa y fincas y en la educación sentimental: buscar una mujer para casarse. Preparándolo para el matrimonio y la elección de una casa en el barrio de Santa Croce, en Florencia, indicado para el linaje de la familia Buonarroti Simoni.

Miguel Ángel, inicia la educación formativa de su sobrino, como un verdadero Pater Familias. En la elección de la joven, para elegir como esposa, le aconseja no fijarse en la dote abundante que pudiera aportar al matrimonio, ni en su belleza, sino que la buscara sana, de buen carácter, con parientes acogedores y afables, aspecto muy importante en las relaciones familiares futuras, y que si alguna vez hubiera de ocuparse de lavar vajillas, lo hiciera sin regaños.

También, lo educa, en la adquisición de bienes: casa y fincas, que estuvieran en un lugar adecuado, bien construidas, en condiciones óptimas para su uso, y en la prolija formalidad de titularidad en los papeles de propiedad, para evitar litigios legales.

Miguel Ángel, a través de su sobrino, practica la “caridad” (limosna), dona dinero para la dote de niñas, en edad de casarse, de familias nobles, que estuvieran pasando necesidades económicas, para que pudieran contraer matrimonio o ingresar a un convento, y no encontrarse desamparadas, así, también, con viudas con muchos hijos.
Ese dinero, no debía saberse de donde provenía, y lo hacía para la salvación de su alma.

Los últimos diez y siete años de su vida, desempeñándose como Jefe Arquitecto de las Obras de la Basílica de San Pedro, realiza los diseños, dirección y control de la construcción de las obras, sin percibir emolumento alguno, lo hizo para la Mayor Gloria de Dios.
Cuidaba que los adeptos a  las tareas de construcción no robaran.
Dejó planos, diseños, indicaciones y maqueta de las obras de construcción de la nueva Basílica de San Pedro y de la Cúpula, meticulosamente detallados, con precisión del más mínimo detalle, para que después de su muerte, su obra no fuera desvirtuada.

Pocos días antes de su muerte, se encontraba trabajando en  “La Piedad Rondanini”.
Expresión suprema del movimiento helicoidal.
El Hijo, está vivo, emerge de la materia, con su Madre, la Virgen. Fusionados en una única respiración ascensional.
Es la Resurrección Cristiana.
También, Miguel Ángel, como pide en un poema a Jesucristo, alcanzar la salvación de su alma antes de morir, asciende con su madre, Francesca.

En su lecho de muerte, rodeado de sus amigos, les pide le relaten la pasión de Cristo.
Pasa a la Patria Celeste, el 18 de febrero de 1564, en los umbrales de los 90 años.

En 1700, el senador Filippo Buonarroti, obtiene el permiso de abrir la sepultura de Miguel Ángel: el cuerpo fue encontrado intacto, en su traje verde,  de terciopelo florentino.

Miguel Ángel alcanza la santidad a través del arte y la filosofía, y sus milagros son sus obras:
Genio y Santo.

Córdoba, Argentina, 19 de agosto de 2017.
                                                                                                                                    Cristina Castricone




Si les gustó este artículo, les recuerdo  que es el fruto de veinte años de investigación, volcados en mi libro "MIGUEL ÁNGEL. ESCULTOR DE SU SALVACIÓN", que está esperando un editor.


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